Ok hoy lo interesante llego a las 3:00 cuando nos fuimos al juego de Leo (el novio de Joana), llegamos allá y me di cuenta de que el juego pasado había estado super frió, me helaba y hoy podía estar solo con mi playera corte. El juego estuvo complicado, 1 a 1, se estaba repitiendo la misma historia, pasaron a extras y me parece que en los últimos cinco minutos los Lancers (el equipo de Leo) estuvo a punto de meter la pelota en varias ocasiones pero de pronto logro llegar al otro lado y bang!! el portero no la atrapo. Fue una escena triste, en cuanto vimos entrar el balon en la porteria el corazon de todos los espectadores se paralizo, unos por emoción y otros de asombro-entristecido, la nuestra era la segunda. Muchos se fueron deprimidos, llorando y el campo perdió color, las porristas dejaron su trabajo, los expectadores se marcharon, las nubes se congregaron sobre nosotros para dejar de ver el sol... fue triste. Leo estaba triste al igual que todos pero a el le costo mas superarlo, nos fuimos a comer al burger king donde creo que se olvido del asunto por un momento.
Creo ese fue otro adiós, no solo de mi parte sino también de el....
PS: también me despedi hoy de Marco.
Los adioses son complicados porque uno se acostumbra a las personas, a las cosas, a las situaciones. Al dejarlos, como que nos falta algo, sentimos un vacío en el pecho. Para que duela menos es mejor pensar que los vamos a ver mañana. Y sobre todo debemos agradecer todo lo que aprendimos, todo lo que vivimos, a las personas que conocimos, porque todas esas cosas se quedan en nuestra experiencia de vida. Todas esas personas, situaciones y cosas son como ladrillos en la construcción de nuestra vida, siempre se quedan ahí y forman parte de nosotros.
ResponderEliminarTranquila, todo va a salir bien en el regreso. Te esperamos. Te amamos. Besos.